¿Era eso lo que tanto temía su padre? ¡Pues se entiende! Hay potencia en ese acto, sí, una potencia que corre por la sangre y es capaz de romper cadenas. Imagenes gloriosas de vuelo le llenan la cabeza mezcladas con el áspero graznar de los grajos y los estorninos. Esos ruidos se convierten en la música más dulce del mundo.Y Beverly vuela, vuela muy alto.
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