Los sábados a la mañana me levanto a las 8, me visto (como puedo) y me voy para ingles; caminando, muerta de frío y con hambre. A las 10 me voy para casa, con menos ganas de vivir imposibles, pero un poco más animada porque salir de ingles significa que falta 1 semana para más ingles :D (este año me dan el título de profesora, gracias a dios falta poco). Me pongo las medias de nylon negras, las calzas, mi remera, mi enterito cuadrillé rosa, (me tomo un café sino no funciono) y me voy para circo. 20 minutos de viaje.
Llego y media hora de calentamiento. Correr, saltar, subir a la tela, subir al trapecio, un par de verticales, 40 balanceos, 80 abdominales, 120 espinales... en fin, lo normal.
Esta vez empezamos con tela.
Para el que no sabe, hacer tela es lo más dificil que hay en el planeta (y para que yo diga que algo es dificil, tiene que ser prácticamente imposible). El deporte consta en subir (sólo con la fuerza de tus brazos, y apoyando momentáneamente los pies) a una tela resbaladiza de más de 3 metros. Ok, eso me sale, no es el problema. Pero me empezaron a pedir que invierta a 3 metros, lo que significa quedar colgado de cabeza sosteniéndote con las piernas.
De las aproximadamente 20 millones y media de veces que lo intenté, jamás me salió. Me caí. Me resbalé. Me hice concha y volví a subir y me volví a caer. Las manos se me llenaron de ampollas, me salió sangre y me dolió. Pero este sabado me tenía que salir, sentía vergüenza de mi misma.
Y bueno, me subí, separe las telas, y lo hize. Y no solamente lo hice, sino que me empezaron a salir figuras en tela que no creí que me fueran a salir nunca.
Expliqué todo esto para demostrar (al menos, argumentar) que todo está en la mente. Todo lo que nos pasa, todos nuestros logros y fracasos estan en nuestro cerebro.
Nosotros somos los responsables de nuestros miedos, nosotros controlamos nuestro nivel de éxito. Y a mi no me sirve "hacer lo mejor que puedo". A mi me sirve hacer LO QUE YO QUIERO. Y yo quiero todo, y todo me va a salir.
En suelo hicimos mortales, y en trapecio, escapes. Me felicitaron ambos profesores, me dijeron que mi performance fue bárbara. Y eso fue lo que hizo que todo mi esfuerzo, mi dolor muscular y mi perseverancia tuvieran su recompensa: una felicidad sin precedentes.
Ah, y después cuando salí de circo (totalmente dolorida, con temblor en los brazos y piernas) con una sonrisa de oreja a oreja, me llevaron a buscar a Olivia, la coneja color caramelo que se transformó en mi mascota nueva ♥
Fue un sábado diferente a cualquier otro, fructífero como pocos.
Y está bueno de vez en cuando, sentir que podes lograr lo que quieras con el simple hecho de quererlo. Querer es poder, y como dije antes, yo quiero todo, y todo me va a salir :)
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