Y yo se que todos los que estuvieron ahí lo sintieron, sintieron esa magia que solo te da un trapecio. Se siente en el aire esa sensación desgarrante, esa tensión divina... y ahí estas. Subida en una barra, colgada de una tela, terminando un suplés o abriendote de piernas, con la mirada del público fijada en vos, aclamándote, exigiendo, esa mirada de exaltación majestuosa.
No hay nada que me guste más que esto. Olvidarme de TODO, y buscar, hasta encontrar, eso que me hace tan felíz, ese dolor palpitante que me gusta y me da tanto placer.
Amo la acrobacia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario